El arroz es un cereal que comúnmente encontramos en su versión refinada, completamente blanco, pero cada vez más tenemos oportunidad de elegir su versión integral debido a la creciente demanda de esta presentación con interesantes beneficios.
Por Marlen Treviño
El arroz integral no se ha sometido a un proceso de refinado, a diferencia del arroz blanco al cual se le elimina la cáscara y el salvado con el fin de que sea más ligero y se cocine más rápido.
El problema es que, al realizar este proceso también retiran la fibra, las proteínas, el calcio, el potasio y el magnesio que tenía inicialmente.
De hecho, el arroz blanco se encuentra tan carente de nutrientes que la mayoría de las marcas tienen que agregar aditivos y fortificantes artificiales para que cumpla como alimento. Por ello, muchas veces leemos la palabra “enriquecido con vitaminas” en los empaques.
El salvado del arroz integral posee mucha más fibra que el arroz blanco, y su aporte de vitaminas B1, B2, B3, vitamina D y minerales como el hierro, magnesio, calcio, manganeso, selenio y potasio también es mayor.
1. ALTO EN SELENIO: Ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer, así como enfermedades cardíacas e inflamatorias.
2. MANGANESO: Mineral que ayuda a la producción del colesterol bueno, ayuda a la salud del sistema nervioso y reproductivo.
3. AYUDA A TENER UNA BUENA DIGESTIÓN: Gracias a su contenido en fibra ayuda a prevenir y/o aliviar el estreñimiento y estimula un correcto funcionamiento intestinal.
4. ENERGÍA DE LARGA DURACIÓN: A diferencia del arroz blanco, el integral puede ayudar a mantener un nivel de energía estable así como regular el azúcar en sangre debido a la liberación del azúcar lenta y constante. Esto lo hace ideal como alimento antes de entrenamientos largos.
5. AYUDA AL CONTROL DE PESO: Contiene las mismas calorías que el arroz blanco, pero más proteína y fibra que produce mayor saciedad, retarda la aparición del hambre y controla la ansiedad.
El arroz integral debido a la capa de salvado que envuelve cada grano requiere más tiempo de cocción y más agua en comparación del arroz blanco. Por eso muchas personas se quejan de que al cocinarlo les queda duro o batido.
Después de varios intentos y buscar distintos métodos, hemos encontrado la manera más fácil y efectiva de prepararlo, aquí te la compartimos: