Pasión es la preferencia y deseo vivo por alguien o por algo. Y en Monterrey pasión es sinónimo de fútbol.
El ver repletos los estadios de Rayados y Tigres semana a semana, en las buenas y en las malas, refleja ese clamor que los regiomontanos sentimos por nuestros equipos y lo cual nos ha llevado a ser catalogados como “La Mejor Afición de México”.
El que ambos equipos se enfrenten nuevamente en un duelo de fase final de nuestra liga de futbol, hacen de este día algo verdaderamente único; un día de pasión por doquier y que seguramente pasará a la historia de nuestra ciudad como uno de tantos memorables momentos.
Hoy, en nuestra ciudad, se percibe un ambiente diferente; aficionados de Rayados y Tigres y hasta de otros equipos, aquellos que ni siquiera gustan del futbol e inclusive, hasta los nuevos regios que están por nacer y quienes desde el cielo nos observan, vibran de emoción.
Parafraseando al periodista deportivo Toño Nelly… ¡Ah que cosa tan hermosa!
Ah que cosa tan hermosa despertar y darnos cuenta que hoy, sin distinción alguna, en cada rincón de Monterrey, todos contagiamos energía y alegría, esperando a que por fin se llegue otra cita con la historia, con un Clásico más; otros 90 minutos que nos parecerán eternos y durante los cuales, la ansiedad y el nerviosismo son sinónimo del júbilo que habita en nuestra mentes y corazones, en torno a 22 guerreros de quienes esperemos que dejen lo mejor de ellos en ese lugar sagrado: la cancha de fútbol.
Esto es pasión, pasión que es reflejo de nuestra IDentidad.