Así lo cuenta Estaban Ovalle Carreón en su libro ‘El Asesinato de Fundidora’.
“Era ridículo tomarlo en serio. El 10 de mayo, como un magnífico regalo para las madres y esposas de los trabajadores de la ‘Maestranza’ (como se conocía a la Fundidora); apareció la noticia en todos los diarios de Monterrey: ‘Cierre de Fundidora’.
Un golpe dado a los obreros ni más ni menos que al estilo de los cuartelazos sudamericanos.
Un típico albazo”, cuenta en las página el ex trabajador.
Los trabajadores refirió fueron el sector más afectado,acotó, desaparecían las oportunidades de empleo.
Además concluía el ciclo laboral de tres generaciones (abuelo, padre e hijo) como integrantes de la ‘colmena regiomontana’ vestida de overol e incluso se perdía la dignidad y la rectitud de la distancia del tiempo de los bautizados como ‘los ahijados de la Maestranza’.
Analizan cierre ¿ Y cómo fue el cierre? El Laboratorio Fundidora 3×3, que pretende la reflexión sobre la historia de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, pero también la reivindicación de trabajadores a 30 años del cierre de esta importante empresa, analizó en un evento especial el fin de la siderúrgica.
Al encuentro acudieron académicos, artistas y alrededor de cien ex trabajadores de la empresa, “Estamos conmemorando estos sucesos históricos a 30 años del cierre de Fundidora, para sondear la historia de esta empresa, indagar qué es lo que pasó, porqué la declararon en bancarrota y que sucedió después con los trabajadores y con la cuidad misma”, manifestó la artista visual Yasodari Sánchez, integrante del grupo que realiza el proyecto.
“Todos los trabajadores fueron despedidos y hubo una satanización por parte de la sociedad de la labor que hacían.
Entonces la idea es tratar de esclarecer estos hechos en voz de los propios trabajadores y la gente que estuvo muy cercana a este suceso que cambió la historia de nuestra ciudad”, expresó.
Entonces, dijo, buscamos desmitificar este hecho y convocar mesas de diálogo con ellos, porque son ya 30 años del cierre, y ya quedan pocos trabajadores.
Los más grandes tienen entre 80 y 90 años y hay tristeza en ellos porque es la primera vez que se hace un encuentro en donde se reivindique la posición que tienen.
El Porvenir// Foto archivo Notimex