Monterrey, mayo 31.-¿En algún momento te has puesto a pensar cuál será tu situación económica dentro de 30 años?
¿Cómo vas a pagar tu alimentación, casa y vestido?
Tal vez por ahora no te preocupes por tu futuro, sin embargo, es importante que comiences a planear a largo plazo tu ahorro para que cuentes con un fondo suficiente que permita cubrir tus necesidades básicas cuando por tu edad o un accidente ya no tengas oportunidad de trabajar.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), durante el primer trimestre de 2016 la tasa de participación económica de la población de 60 años y más representó 34.9 por ciento y su comportamiento por edad y sexo indica que disminuye conforme avanza la edad.
Debido a la reducción en la tasa de mortalidad de las personas, derivado en gran medida de los avances médicos que han incrementado la esperanza de vida, el número de personas en edad de retiro es cada vez mayor.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) actualmente más de la mitad de los pensionados (55.4%) son por jubilación, poco más de la tercera parte (33.6%) por retiro o vejez y una menor proporción (5.7%) es pensionado por accidente o enfermedad de trabajo.
Sin duda, una cantidad mayor de personas en edad de retiro representa una dificultad para los estados, ya que requieren de sistemas que tengan la suficiencia económica para enfrentar un número creciente de personas en edad de retiro.
Hasta 1997, el sistema de pensiones en México era administrado por el IMSS o el ISSSTE, según el tipo de empleador, privado o público, respectivamente, que tuviera cada persona.
Sin embargo, con el objetivo de incrementar el rendimiento de los ahorros invertidos por cada trabajador, en julio de ese año, se pusieron en marcha las Afores.
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